Un divertido bailarín de música axe llegó a San Isidro para poner a bailar a todos sus vecinos. Sin embargo, algunos no comprenderán su arte y pedirán al serenazgo que lo desaloje.
Pese a ello, tendrá grandes defensores, quienes impedirán que sea desalojado del parque donde baila. Ante tanto alboroto, llegará el Alcalde de San Isidro para sacarlo definitivamente.
Para suerte del ocasional bailarín, también llegarán los alcaldes de Surco y de Magdalena. Precisamente, entre Francis Cabezonallison y sus colegas encontrarán una salida a la situación.