Con un efusivo abrazo, el mandatario norteamericano Donald Trump y el líder coreano Kim Jong-un terminaron con años de enfrentamientos. Ambos se reunieron en un lujoso hotel de Singapur por cerca de tres horas y firmaron un documento en el que se comprometieron a restablecer las relaciones entre Washington y Pyonyang.
En tanto, Kim se comprometió con la desnuclearización de la península de Corea. A cambio, Estados Unidos levantaría las sanciones económicas y diplomáticas contra el régimen socialista.
Poco después del encuentro, Trump detalló que también se acordó en recuperar los cuerpos de los fallecidos en la Guerra de Corea. Agregó que Kim se comprometió en visitarlo en la Casa Blanca.
