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El presidente de Chile, Sebastián Piñera, firmó un proyecto de ley que permite flexibilizar la jornada laboral, dando la oportunidad a los trabajadores, en acuerdo con sus empleadores, de trabajar solo cuatro días a la semana.

 

De esta manera, los empleados podrán elegir turnos de 4 y 6 días laborales, permitiendo semanas con tres días de descanso, incluyendo los del fin de semana.

Asimismo, la propuesta permitir que cada empleado pueda dar a conocer sus preferencias y adecuar con más libertad su jornada laboral, es decir, sus horarios de entrada y salida, de acuerdo a sus necesidades.

 

Asimismo, si hay más de un trabajador en la familia, se da la posibilidad excepcional de que cuadren y hagan coincidir sus vacaciones para que la puedan pasar juntos.

“Con la voluntad de los empleadores, se pueden pactar jornadas de trabajo que reflejen mejor las verdaderas preferencias y, en consecuencia, se mejore la calidad de vida de los trabajadores”, señaló Piñera durante la presentación del proyecto en el Palacio de La Moneda, sede del Gobierno chileno.

Esta reforma laboral deberá pasar ahora por el Congreso de Chile y conseguir el apoyo necesario para ser votada y aprobada por la cámara de Senadores y de Diputados.

 

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