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Estas serían las primeras imágenes de la polémica iglesia El Aposento Alto de Alberto Santana cuando recién se iniciaba. Todo habría comenzado en un cerro de Independencia allá por 1991.
Según Alberto Santana, por aquel entonces llegó a ese terreno obedeciendo el sueño de otro pastor de su iglesia. Fue precisamente en ese momento que hizo de todo para tomar posesión de ese local.
Hasta que la organización comenzó a dar sus frutos y comenzó a sumar más sedes. Fue así que comenzaron a apuntar a las casas de sus fieles.
El desarrollo de su iglesia
Así como aumentaba la gente, también aumentaban los diezmos. Así es como sabemos de dónde salió el dinero. Todos los asistentes creían fielmente que contribuían con la casa de Dios.
En 1996, lograrían comprar el terreno que tienen hoy en Independencia. El dinero no salió del banco, sino del llamado divino.
Con los años, los diezmos de los fieles aumentaban y así llegaron a ocupar casi media manzana.
Hoy, la sede principal de El aposento alto tiene la iglesia, una universidad, la radio, un restaurante, una librería y un editorial que elabora sus propios textos. El sueño divino se convirtió en prácticamente un consorcio empresarial con sedes en Lima, provincias y el extranjero. Todo por la gracia o por el divino bolsillo de sus creyentes.