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Por sus venas corre sangre venezolana y holandesa, desde los 14 años se independizó de su familia para modelar en Milán, Italia. La espigada figura de Caroline Visser y sus impactantes ojos azules cautivaron a importantes diseñadores como Roberto Cavalli o Carolina Herrera, invitándola a desfilar en sus exclusivas pasarelas.

 

Se casó a los 16 años y fue justo en una breve visita por Perú donde tendría a su primer hijo. Junto a su pareja, también venezolano, traía a nuestro país a reconocidas orquestas como ‘Salserín’ o ‘Dimensión Latina’ y dos años después, cuando decidió separarse, comenzó a modelar para los mejores diseñadores de Lima.

 

 

 

Su vida cambió

 

Sin embargo, de pronto empezó a llegar tarde a sus pasarelas o simplemente no llegaba. Nadie supo más de ella hasta que en un confuso incidente, fue intervenida por la policía en el departamento de un presunto comercializador de drogas conocido como el ‘Tío Charlie’. Es así como el Perú pudo ver cómo el crack había destruido la belleza natural de la modelo, acercándola incluso a la muerte.

 

Abandonó el penal de mujeres de Chorrillos con libertad provisional, un nuevo semblante y muchas ganas de salir adelante. Años después, ella se ha convertido en una de las mejores amigas de Angie Jibaja, acompañándola incluso durante su participación en ‘El Valor de la Verdad’. Es por eso que ahora, ante la desaparición de la ‘chica de los tatuajes’, muchos especulan con que se habría ido con Caroline y habrían recaído en las drogas.