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Luego de que Geraldine Quezada, la madre de sus hijas, lo acusara de tocamientos indebidos en contra de una de sus pequeñas, Kike Suero se confesó ante las cámaras de Mujeres al Mando. El cómico asegura que no tiene qué temer, por el contrario, se muestra muy mortificado por esta acusación, asegurando que se le está haciendo mucho daño.

Kike espera que terminen todas las investigaciones para demostrar que es inocente, ya que no solo él se ve afectado sino también sus hijas. Él espera que su exmujer tome consciencia y que estos problemas terminen de una vez, úes sueña con poder abrazar una vez más a sus pequeñas.