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Cuando tenía solo 14 años se realizó su primer tatuaje, sin imaginar que ese hecho le generaría interminables y trágicos problemas.

 

La muchacha colombiana Luisa Fernanda Buitrago pagó 13 dólares y se tatuó la frase “No me dejes caer jamás” debajo de uno de sus senos. Sin embargo, esto casi le cuesta la vida, pues una bacteria entró a su organismo, llegando a su médula espinal, lo cual la dejó en silla de ruedas y le hizo perder el bebé que esperaba.

 

De acuerdo a medios locales, la joven colombiana acudió donde su vecino para realizarse el tatuaje debajo de su seno derecho. El lugar no cumplía con las medidas mínimas de seguridad para efectuar este tipo de trabajos. Incluso se cree que la máquina tatuadora no estaba esterilizada.

 

Es así que luego de 15 días, Luisa Fernanda Buitrago tuvo que ser internada de emergencia en el Hospital de Villavicencio. En el referido nosocomio, los médicos descubrieron que una bacteria había afectado su nervio ciático y su médula espinal, lo que le hizo perder sensibilidad en las piernas.

 

“Empecé con un dolor de espalda y hormigueo en los pies, se me inflamó el estómago y no sentía las partes íntimas”, contó en su cuenta de Facebook. La historia rápidamente se hizo viral.

 

En el hospital, los médicos dictaminaron que tenía una infección en toda la espalda, por lo que la sometieron a varias operaciones para drenar la columna y le dieron varios medicamentos para eliminar la bacteria que la mantiene postrada en silla de ruedas.

Perdió a su bebé

Sin embargo, lo peor estaba por conocerse. Y es que estando en el hospital, la muchacha se enteró que estaba embarazada, pero el tratamiento fue tan fuerte que le provocó un aborto espontáneo.

Lo último que se ha conocido es que los médicos han indicado que ella podría volver a caminar, pero deberá someterse a una nueva cirugía.