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Un nuevo caso ha llegado al tribunal de Gato Encerrado, en busca de una solución para el problema que han sufrido dos policías. La primera de ella llega a denunciar que una señora la agredió luego de haberla detenido, pues esta manejaba en estado de ebriedad. Por su parte, el segundo quiso detener una pelea entre dos señoras, pero también resultó agredido por una de ellas.

Es por eso que la Doctora Pollo hace pasar a las dos acusadas, para que cuenten su versión de los hechos, asegurando ambas que actuaron en defensa propia, pues fueron los policías quienes las golpearon en primer lugar. Según cuenta la primera de ellas, solo había tomado un par de copitas y fue intervenida por la policía, quien le dio una serie de golpes con su palo, mientras que la otra dice que la señora con la que peleaba no le quiso pagar luego de haber comido muchos panes con chicharrón.

¿La decisión final?

Es así que hacen pasar a los testigos, que son la señora que protagonizó la pelea, el esposo de la vendedora, una amiga de la conductora ebria y nada más y nada menos que el heladero, quien grabó todo lo sucedido. Pero, cuando se disponen a resolver ambos casos, sucede algo que pocos esperaban.