¿Es posible mantener el buen sabor de las comidas usando menos sal?


Parece casi imposible pedirle a la población peruana que deje de comer sal. Nuestra comida se caracteriza por tener ese toquecito al que estamos acostumbrados pero lo cierto es que si queremos mantener una vida saludable debemos tomar medidas para reducir su consumo.
 
Hace algunos días los especialistas de EsSalud advirtieron que el consumo excesivo de este condimento puede causar daño a los riñones, al igual que comer desmesuradamente “comidas rápidas”.
 
Frente a esta situación Sara Rosas, Licenciada en Nutrición y Dietética, afirma que “si no cambiamos nuestros hábitos alimenticios sobre el consumo de sal probablemente no solo tengamos problemas renales, sino un aumento en la presión arterial, un ataque cardiaco e incluso un derrame cerebral. Efectivamente su consumo, en exceso, puede provocar serios riesgos en nuestra salud”.
 
Agregó que ingerir sal en cantidades mayores a las recomendadas también aumenta la sed lo que conllevaría adicionalmente a hidratarse erróneamente con bebidas azucaradas, y terminaría contribuyendo al sobrepeso, una de las enfermedades que viene incrementándose en nuestro país.
 
Para no sentir tanto la ausencia del gusto que proporciona la sal en nuestras comidas, la experta comentó que además de buscar un mejor sabor agregando otros ingredientes como ajos, orégano, tomillo, cebolla, tomate, limón, vinagre o romero, etc., podemos optar por agregar glutamato monosódico (GMS).
 
“El GMS es uno de los ingredientes alimenticios que más se ha sometido a prueba para estudiar su seguridad o inocuidad. La Food an Drug Administration (FDA) que es la agencia americana que protege la salud pública mediante la regulación de alimentos, lo ha designado como producto GRAS, es decir, Generalmente Reconocido como Seguro. La Organización Mundial de la Salud, la FAO de las Naciones Unidas y otros estudios realizados por autoridades gubernamentales, no gubernamentales e internacionales señalan lo mismo: el GMS es seguro. Entonces ¡aprovechémoslo!” enfatizó la experta.
 
Rosas menciona además que el GMS solo contiene 12 g de sodio por cada 100 g mientras que la sal de mesa contiene 39 g de sodio por cada 100 g, es decir “tiene mucho menos sodio que la sal que consumimos y mejor aún tienen la función de proporcionar el gusto umami, que equilibra todos los gustos y sabores de los alimentos”.
 
En términos prácticos, si sustituimos la mitad de la sal que usamos por GMS, compensaremos la pérdida del gusto salado y realzaremos el sabor de nuestras comidas.
 
La nutricionista menciona que en un caldo de pollo puede reducirse hasta en un 30% el consumo de sodio o hasta 40% en un plato de lentejas, si se coloca la mitad de la cantidad habitual de sal y agregar solo una pizca de GMS.
 
Existen estudios en Japón que aseguran que el GMS disminuye los problemas nutricionales en hospitales ya que la dietas son poco atractivas, además hace que los alimentos con bajo contenido de sodio sean más deliciosos para los niños diabéticos, personas con alzhéimer mejorando su estado nutricional.

5 Marzo 2020

Actualizado el : 5 Marzo 20 | 8:04 pm

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