Válgame Dios: Anhelí Arias sufrió una terrible agresión por parte de su pareja, el cubano Alejandro

Unos minutos de terror fueron los que le tocó vivir a Anhelí Arias Barahona, quien fue fuertemente agredida por su pareja, el cubano Alejandro García. Empujones, jalones de cabello y golpes fueron los que tuvo que soportar la ex porrista del Sport Boys encerrada en un cuarto de hotel, donde por más de siete minutos estuvo cara a cara con su cobarde agresor.

El hecho se registró en un hotel de San Juan de Miraflores, en el mismo que Anhelí se ha encontrado viviendo desde su retorno al Perú, donde el pasado jueves se estuvo celebrando una reinauguración don bombos y platillos, pues se encontraban allí también una gran cantidad de personajes de la farándula peruana.

En las imágenes registradas por los teléfonos celulares de los presentes se observa a Anhelí sonriente, feliz mientras realiza un brindis con la propietaria del establecimiento, sin embargo llamaba la atención el distanciamiento con su pareja, que desde el otro lado de la sala observaba como conversaba amenamente con el modelo belga Greg Michel.

“El cubano se ha mareado, parece que ellos ya habían peleado temprano. Tan solo ha visto que ella estuvo conversando con Greg Michel y por eso es que se puso de esa manera, le han dado diablos azules”, nos contó Raquel, la dueña del local y anfitriona de la celebración.

No hubo nada

Por su parte, Greg ha negado todo tipo de relación sentimental con la rubia, criticando fuertemente el comportamiento del cubano. “Todo fue porque él pensó que conmigo había pasado algo, cuando no pasaba nada. Lo que pude ver fueron forcejeos, cuando yo la veo regresar al local yo me quedo un poco sorprendido porque veo que ella tenía unas marcas en el cuerpo, como arañones”, manifestó el belga.

Las cámaras de seguridad del lugar registraron parte del hecho, puntualmente los forcejeos que se realizaron en la puerta de la habitación y con los que Alejandro García condujo a su pareja hacia el interior del cuarto, para continuar con la agresión donde nadie pueda verlo.