Rob Reyna, reportero de Arriba Mi Gente se adentró en el vía crucis de viajar en transporte público. Él pudo vivir en carne propia las altas temperaturas que los pasajeros tienen que sufrir.
Con el bus al máximo de personas y con ventanas pequeñas, la población que se transporta en el Metropolitano tiene que soportar los 34 grados de sensación térmica. De igual manera, los taxistas, también tienen que padecer por esta situación.