Ya pasó un año y nueve meses desde que Ricardo José Bermúdez Gonzáles arrolló con su vehículo a una fiscalizadora de la ATU. Tras ser intervenido por conducir una combi pirata que tenía una deuda de S/ 163.000 y dos órdenes de captura por acumular 63 papeletas, el sujeto de nacionalidad venezolana intentó escapar y no le importó llevarse por delante a todos lo que tenía en su camino.
Ricardo José Bermúdez Gonzáles estuvo detenido por dos días hasta que el 11 de enero la Corte Superior de Lima Este ordenó su libertad por falta de pruebas. A los pocos días de ser liberado, en una audiencia virtual se ordenó que cumpla con siete meses de prisión preventiva, pero el autor del atropello de Jackelin Rosales Ramírez escapó para no cumplir con su condena.
“Él está viviendo su vida, con él no pasó nada. Va a sonar muy feo, pero yo lo quiero ver preso. Me ha truncado la vida, me ha dejado en el limbo, sin saber qué hacer y sin poder tomar una decisión propia. Pasé de ser cabeza de familia, a una carga”, cuenta Jackelin Rosales Ramírez a las cámaras de Arriba Mi Gente.
Desde que sufrió el accidente, esta madre de familia no ha dejado de sufrir fuertes dolores y poco a poco está perdiendo la visión de un ojo. “A raíz de lo que pasó, uno de mis ojos pasó a tener una medida de casi 8. Cuando me atendieron, me dijeron que en el transcurso del año iba a bajar la medida por el uso constante de los lentes, pero ahora me doy con la sorpresa que la medida no ha bajado. Tengo una fractura en la cadera, tengo un problema en la rodilla y las costillas lesionadas”.
“Si no hubiera pasado esto, ya estaría en el segundo año de la carrera de medicina humana. Una de mis metas era estudiar, tenía programado iniciar el año postulando a la universidad, pero no pude continuar con mis planes porque yo soy el sustento de mi casa. Yo trabajaba para mi hijo de 5 años, mi madre y mi abuela”, finalizó.