Marruecos: la selección de hijos de inmigrantes 

Soñar no cuesta nada y pensar que lo imposible en algún momento puede dejar de serlo, nunca está de más. En Brasil 2014 fue Costa Rica, en Rusia 2018 lo hizo Croacia y en Qatar 2022 Marruecos puede convertirse en ese equipo que los hinchas neutrales buscan apoyar. 

El cuadro africano atravesó una epopeya para llegar hasta semifinales de la Copa del Mundo. Desde un principio con un Grupo F que lo colocaba como un segundo lugar o incluso como un candidato a salir. Compartiendo con Canadá, Bélgica y Croacia, todos siendo considerados favoritos o sorpresas, menos los marroquíes.

El fútbol no conoce de lógica ni de sentimientos y así aplica en esta novela que tiene a Walid Regragui como principal escritor.

Empate ante Croacia; triunfo ante Canadá por 2 a 1 y triunfo ante Bélgica por 2 a 0 que lo colocó como primero de grupo permitiéndole un emparejamiento más ‘factible’ a la cenicienta del torneo. Sólo recibió un gol en la fase de grupos (de autogol), un detalle que no pasará desapercibido en el futuro. 

La sorpresiva victoria en penales ante la España de Luis Enrique sólo le daría el toque de epicidad a un camino que ya era complicado. La victoria en los 90 minutos ante Portugal por la mínima solo sería un golpe sobre la mesa. Marruecos no estaba buscando una participación de ensueño, buscaba realmente competir y sorprender. 

A días de su duelo ante la actual campeona del mundo, Francia, el cuadro africano resalta un pequeño detalle que poco se explica. Son 14 de sus 26 jugadores que han nacido en tierras lejanas y no marroquís, un detalle importante. Incluso pocos jugadores de dicha selección hablan tras los partidos en la lengua de su país y por el contrario prefieren declarar en francés o español. Mas allá de las lenguas y gustos, todos demuestran un importante cariño y apego a su bandera. Más aún cuando se conoce que muchos de los jugadores de Marruecos serían titulares indiscutibles en los países donde nacieron. 

Aquí te presentamos la lista de los 14 jugadores marroquíes que nacieron en un país al cual no representan actualmente.

Más allá de lo que la partida de nacimiento pueda decir, el equipo de Regragui ha roto esquemas y sin importar el rival ha demostrado la capacidad que tiene un equipo con pocas luces de ganarse el centro del escenario mundial y ser serio candidato a, quien sabe, ser el monarca del fútbol los próximos cuatro años.