Rambo sorprendió a sus amigos mientras tenían una amena conversación sobre la situación de los venezolanos en el Perú.
En eso, él exigió iniciar con su pasatiempo favorito: los crucigramas. En esta ocasión, el nombre prohibido fue el de Nicolás Maduro, pues – en palabras de Rambo – “es bravucón, ignorante y mata de hambre a su gente mientras él y sus ayayeros viven como reyes”.
Entonces sus amigos intentaron evitar las palabras “Nicolás” y “maduro”. Como no tuvieron éxito, Rambo descargó toda su furia en contra de sus compañeros.