En el quiosco de una esquina de Lima los hinchas se desesperan por tener su álbum Sanguchini y sus respectivas figuritas, sobre todo ahora que acaba de llegar al Callao en un tremendo barco un nuevo lote de álbumes y figuritas.
Diversos hinchas de la selección peruana llegaron al referido quiosco y todos, a su manera, lograron comprar sus respectivos álbumes y paquetones de figuritas. Y hasta ese mismo quiosco también llegará el niño Arturito con la intención de comprar su paquetón de figuritas.
Al consultar el precio, que resultará ser de S/250, el pequeño se dará cuenta de que no le alcanza el dinero para adquirirlo. Entonces, consultará por el precio de un solo sobre de figuritas, que cuesta S/ 2, pero se dará cuenta de que tampoco le alcanzan las monedas para comprar estos coleccionables.
Finalmente, su última opción será comprar una única figurita suelta del álbum oficial del Mundial Rusia 2018. Sin embargo, tampoco tendrá los S/ 0.50 que cuesta, por lo que quedará completamente desconsolado.
El tremendo niño Arturito
Entonces Arturito pondrá en acción toda su creatividad para quedarse con su paquetón de figuritas: le dedicará al quiosquero una emotiva canción sobre la historia de un pan francés que no tenía raya, el cual después de mil peripecias terminará completamente quemado.
La canción conmoverá demasiado al señor quiosquero, quien no dudará en sacar un álbum de tapa dura y su respectivo paquetón de figuritas para regalárselos al niño Arturito. Sin embargo, el comerciante tarde se dará cuenta de que el niño bueno que tiene al frente no es tan santo como aparenta ser.